
A la hora de desarrollar la estrategia e implementar las acciones previstas para este nuevo año, es clave que incorporemos la reflexión de cómo conseguiremos potenciar nuestro equipo para que pueda cumplir, e incluso superar los objetivos marcados.
Ahora es el momento de cumplir los “buenos propósitos” para el 2018, de hacer realidad los objetivos, poner en marcha las estrategias y diseñar planes de acción. Nos encontramos en un momento de gran incertidumbre por la evolución del mercado, la competencia y el auge de la tecnología digital. Por este motivo, debemos enfocarnos en cómo incrementaremos las ventas y mejoraremos nuestra productividad. Este esfuerzo es clave pero, si queremos ser realmente competitivos, es necesario considerar el refuerzo de la cultura de la empresa y el desarrollo de nuestra organización. Si no invertimos en las personas que han de desplegar estas estrategias, difícilmente conseguiremos nuestros objetivos.
Para ello, tanto si somos el Director General, el responsable del departamento de Recursos Humanos o de cualquier otro departamento de la empresa, debemos formularnos las siguientes preguntas:
- ¿Está mi equipo suficientemente comprometido con los objetivos de la empresa?
- ¿Conocen bien y comparten estos objetivos?
- ¿Están suficientemente preparados para afrontar los retos que les planteamos?
- ¿Valoran el trabajar en esta empresa?, ¿se enorgullecen de ello?
- ¿Les escucho lo suficiente?, ¿sé cómo piensan sobre su trabajo y sobre la empresa?
Si todas las respuestas son afirmativas, podemos felicitarnos y velar por mantener este nivel, pero no estaría de más contrastar esta información para asegurar que nuestra visión no está afectada por un alto sesgo personal.
También deberíamos plantearnos el ir más allá y preguntarnos:
- ¿Qué más podemos hacer para reforzar la situación y seguir avanzando y mejorando?
En todo caso, siempre debemos plantearnos:
- ¿Cómo puedo reforzar la contribución de mis colaboradores, manteniendo e incrementando su satisfacción?
- ¿Cómo puedo ayudarles?
Todos sabemos que una empresa que se conforma con lo que tiene y se queda estancada, no sólo no avanza sino que retrocede y pierde posiciones frente a su competencia que, casi seguro, está introduciendo cambios para ser más competitiva.
Damos por sentado que, en cualquier caso, la respuesta final habrá sido que SÍ, podemos y queremos mejorar, así que el paso siguiente es definir las acciones que podemos emprender.
Algunas de estas acciones, que consideramos de gran interés, son:
- Definir y reforzar la comunicación de la misión, objetivos y los valores de la empresa
- Seleccionar y potenciar los canales de comunicación que mejor puedan funcionar en nuestra empresa
- Promover, a través de actividades, que se asimilen e integren estos valores
- Integrar en nuestra estrategia ejes prioritarios de Responsabilidad Corporativa
- Definir claramente los diferentes puestos de trabajo, las capacidades y necesidades de desarrollo de las personas y trabajar en la mejor adecuación de las personas a los puestos y en la valoración de la evolución de su desempeño
- Definir e implantar la formación que nuestro equipo necesita
Muchas de estas acciones tienen un bajo impacto en presupuesto y un alto retorno. Además, debemos tener en cuenta, no sólo nuestras necesidades sino también, cómo evoluciona nuestro entorno: nuestro sector, los competidores, la legislación y, en general, la sociedad; ya que todos, trabajadores, clientes y proveedores formamos parte de ella y evolucionamos con ella.
Un elemento clave a tener en cuenta en la gestión del equipo es la incorporación de las nuevas herramientas tecnológicas hasta ahora utilizadas sólo a nivel comercial y de marketing y que nos permitirán conocer mejor a las personas del equipo y a potenciales incorporaciones. ¿Qué les motiva, cómo evolucionan en su formación y en el desarrollo de sus capacidades?, ¿cómo podemos hacer una selección con mayor probabilidad de éxito para un puesto determinado?, ¿cuáles son las capacidades clave que debemos buscar?, ¿cómo podemos potenciar definir mejor los equipos de trabajo para reforzar sus resultados?… El “big data” integrado a nivel estratégico nos ayudará a conseguir estos cambios que buscamos para mejorar la eficiencia de la organización y la retención y atracción de talento.
En definitiva, el desarrollo de las personas de la organización y su compromiso es la herramienta más potente para consolidar la empresa. Y ahora que están naciendo tantas “startups” es el momento de replantearnos todas estas preguntas para identificar hacia dónde queremos seguir creciendo