Cada 12 de Mayo conmemoramos el Día europeo de las pymes, una efeméride en la que debemos recordar que el 99% las compañías que existen en España tienen menos de 250 empleados.
En 2016 aprovechamos esta fecha para hablar de los retos de las pymes en el ámbito tecnológico y competitivo y de cómo las RSE puede convertirse en un catalizador en el tránsito de una compañía hacia la excelencia. Un año después, ¿son más conscientes las pymes españolas de los beneficios de incorporar la sostenibilidad a sus estrategias?
El mayor reparo que suelen presentar los gestores de pequeñas y medianas empresas suele tener que ver con su presupuesto: su pregunta más urgente es ¿cuánto me va a costar? En 320c&m sabemos que el nivel de recursos necesario para implementar estrategias de RSE no tiene por qué entenderse como un problema contable. Nuestra consultora ofrece apoyo cualificado para analizar y diagnosticar la situación en la que está una compañía y le asesora a la hora de de definir la estrategia conforme a sus objetivos y sus posibilidades.
En lo que llevamos de 2017 hemos podido comprobar que cada vez más pymes e incluso microempresas están experimentando cómo mejoran sus procesos al ser gestionadas desde los principios de RSE, que aportan a su proyecto rigor, ética y transparencia.

Hay muchas razones por las que una pyme debería implementar políticas de RSE, entendida como una ‘hoja de ruta’ para de gestionar la empresa contando con la implicación de todos sus empleados y siendo plenamente conscientes de cuáles son las necesidades de todos los colectivos afectados por su actividad, interna y externamente.
Una pyme que decida implementar medidas de RSE de forma voluntaria está preparada para el futuro inmediato y a medio plazo: no concibe su esfuerzo en rebasar el cumplimiento mínimo de los estándares de sostenibilidad como un gasto, sino como una inversión. Al final no se trata sólo de contribuir al bien común: la RSE es una oportunidad de generar valor para la empresa.
Recordemos que una empresa socialmente responsable está diferenciándose de su competencia: obtiene una mayor lealtad del consumidor y amplía su cuota de mercado. Si además de llevar a cabo estas acciones por la sostenibilidad la empresa completa ese proceso con la comunicación de qué se está haciendo en el ámbito de la Responsabilidad Social, la marca verá cómo su reputación y su imagen se fortalecen.