En los últimos años el término compliance (puede traducirse como conformidad) se ha convertido en uno de los más usados por los especialistas en Responsabilidad Social Empresarial. Un buen plan de compliance hace posible que una compañía cumpla con toda la normativa que rige su sector: desde las leyes de protección de datos a las directrices de buen gobierno corporativo. También existen algunas normas ISO específicas en este ámbito.
Dentro de la industria farmacéutica, compuesta en su mayor parte por empresas de carácter internacional que están presentes en muchos países a través de filiales, se ha desarrollado una especial preocupación por la transparencia y el mencionado compliance. Un ejemplo lo encontramos en la reciente decisión de la patronal española, Farmaindustria, que a finales de este mes publicará en su web las cantidades que abona a las organizaciones y sanitarios con los que trabajan en concepto de formación, dietas para reuniones, material de laboratorio e I+D, entre otros.
La homóloga de Farmaindustria a nivel europeo, la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (o EFPIA, por sus siglas en inglés) ha estado detrás de esa apuesta por la transparencia a nivel internacional desde que en 2013 aprobase su Código-marco de Buenas Prácticas para todo el continente, tal y como explicaba la propia Farmaindustria en este artículo.
Farmaindustria engloba a la gran mayoría de los empresas del sector en España y hace menos de un mes ya había aprobado en asamblea varios cambios en su Código de Buenas Prácticas. También impondrá sanciones de hasta 360.000 euros a los laboratorios que formen parte de la patronal que no ofrezcan información sobre sus colaboraciones con médicos y técnicos sanitarios y su asistencia a congresos.
Uno de sus objetivos es que desde enero de 2017 todas las compañías compartan de forma abierta y transparente los contratos que firman con los sanitarios y cuánto abonarán por los servicios que éstos les presten. A partir del verano de 2018 esa información estará a disposición de todo el que quiera consultarla.
El hecho de que esta gran patronal se haya comprometido a informar sobre sus gastos en donaciones, en reuniones científico-profesionales, en la prestación de servicios y en I+D es una muestra de que el compliance no es ‘una moda más’ dentro de la cultura de las organizaciones, sino una tendencia fuerte que no es exclusiva de las grandes empresas; también debe estar presente en las pymes.