Es habitual encontrar noticias y estudios centrados en las buenas prácticas de Responsabilidad Social llevadas a cabo por compañías a un nivel externo que se implican en acciones beneficiosas para su entorno, pero ¿qué estrategias de RSE se pueden emplear ‘de puertas adentro’? ¿Cómo aplican la RSE las empresas en su ámbito interno?
Las estrategias de Responsabilidad Social Corporativa pueden mejorar los procesos de una compañía, sea grande o pequeña, y nunca deberían ‘olvidar’ a los propios empleados, que llegado el caso serán los mejores embajadores de esa empresa.
Veamos un ejemplo: en este antiguo post expusimos qué es y cómo beneficia a un proyecto empresarial la puesta en marcha de iniciativas de voluntariado corporativo. Es una decisión que tiene un impacto externo a la empresa, pero también a nivel interno: conlleva una mejora las relaciones y dinámicas internas, ya que refuerza los vínculos interpersonales más allá del trabajo del día a día. En otras palabras, ayuda a crear empleados felices y fomenta su sentido de pertenencia, de modo que se retiene el talento. Ése es en último término uno de los objetivos de las acciones de RSE que se ejecutan dentro de una pyme o gran empresa.
El del voluntariado corporativo es un ejemplo, pero hay muchos más ámbitos en los que una organización puede aplicar estrategias socialmente responsables, como aquéllos relacionados con la conciliación. Uno de cada tres españoles que trabajan, sea por cuenta ajena o propia, no pueden conciliar: atienden llamadas y correos mucho más allá del fin de su jornada, e incluso los fines de semana, sin ningún tipo de reconocimiento o retribución extra.
¿Quién es ‘culpable’ de que esto suceda en el 33% de las empresas españolas? ¿El trabajador o quien le dirige? La casuística es muy amplia, pero en una situación ideal -salvo catástrofes o emergencias- las tareas y atribuciones de un empleado deben corresponderse con sus capacidades y con el tiempo de que dispone para llevarlas a cabo, y ésas son decisiones que tomará su superior. Si siempre son necesarias las horas extras, hay un problema.
Esa imposibiliad de separar trabajo y vida personal se denomina blurring y hace infelices a trabajadores, sí, pero también a los empresarios. El término viene del verbo to blur en inglés, que podemos traducir como difuminar o emborronar: sirve para explicar de forma muy gráfica qué sucede cuando los límites entre vida profesional y vida familiar desaparecen o se vuelven confusos. El blurring es una de las causas por las que los españoles están entre los ciudadanos europeos que más tiempo dedican al trabajo fuera de su horario laboral. En este artículo publicado en El Mundo recogen más información al respecto.
Una correcta descripción de los puestos de trabajo puede ser un primer paso para conseguir un personal motivado, seguro de qué y cómo tiene que trabajar y que no necesitará hacer horas extras si no es por necesidades puntuales de la producción.
Cada vez más pymes y corporaciones están de acuerdo en que la RSE no sólo debe entenderse como un compromiso sólo de cara a la sociedad, al cliente o al proveedor; también compete a sus departamentos y trabajadores: promover la conciliación, la igualdad de oportunidades, la formación interna o la racionalización de horarios son algunas de las decisiones socialmente responsables que pueden convertir a una empresa en todo un ejemplo de creación de valor.
Este artículo publicado en CompromisoEmpresarial.com resume las ventajas de entender y aplicar la RSE empezando por los propios empleados: unos trabajadores felices y motivados en sus puestos están más comprometidos con los objetivos y cultura de la empresa. Puede que invertir en el bienestar del empleado se convierta en una de las mejores decisiones para un gestor.