El concepto de Responsabilidad Social Corporativa ya no es desconocido para el mundo empresarial, pero no es una ‘moda pasajera’: está camino de quedar impreso en el ADN de cualquier compañía, grande o pequeña.
Las grandes corporaciones saben que la adhesión a unos principios de compromiso con su entorno no es una mera tendencia, y el mensaje está llegando a su vez a muchas PYMES: hoy las marcas saben que deben crecer y fortalecerse sin olvidarse de la sociedad en la que se desarrollan, a un nivel interno y externo.
La crisis económica que llegó a nuestro día a día en 2008 ha cambiado la forma de consumir y de percibir a quienes venden sus productos y servicios a la sociedad. El ciudadano medio ha dejado de ser simplemente un comprador-consumidor para convertirse en un crossumer: así se denomina a los llamados consumidores expertos.
No importa que sean personas físicas o jurídicas: el consumidor crítico no es la excepción; está convirtiéndose en la regla. Tal y como expusimos en este antiguo post, al español medio le gusta investigar y hablar sobre qué productos le han funcionado mejor en foros y redes sociales.
¿Cómo queremos que se perciba nuestra marca dentro y fuera del mundo virtual?
La mejor herramienta para responder a esa cuestión la encontramos en la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Este concepto comprende los mecanismos que hay detrás de una gestión empresarial en la que todos los trabajadores y proveedores están implicados en un funcionamiento transparente y ético. No sólo cuenta qué hacemos ‘de puertas adentro’: es esencial que nuestra empresa funcione teniendo en cuenta las necesidades de todos los colectivos que se ven afectados por su actividad.
Es por eso que la RSC no es una cuestión baladí: al tomar como esenciales unos principios de gestión basados en ese compromiso, nuestra marca asume un crecimiento de futuro, eficaz en el medio y largo plazo, relacionado con el bien común, y además construirá una identidad fuerte. Si nuestra gestión empresarial se apoya en los pilares del rigor y la ética, afrontando cualquier posible crisis de forma transparente, seremos cada vez más fuertes.