En el medio especializado Corresponsables han publicado un amplio reportaje sobre la implantación de las prácticas de RSC y de transparencia en las pymes. A continuación recogemos la opinión al respecto de nuestra experta en la materia, Gloria Codinas:
Empecemos preguntándonos por qué una pyme debería implementar políticas de RSE. Uno de los elementos que, con mayor frecuencia, una empresa de estas características necesita tener claro es su definición explícita y cómo de estandarizados están sus procesos de gestión; qué hacen y cómo lo hacen. En este sentido la RSE es una forma de gestionar la empresa con la implicación de todos los empleados y teniendo en cuenta las necesidades de todos los colectivos afectados por su actividad.
Al adoptar unos principios de gestión basados en la RSE, la empresa está apostando por el futuro, reforzando la eficiencia de su negocio a largo plazo y mejorando su imagen. No se trata sólo de contribuir al bien común sino, también, de generar valor para la empresa.
¿Qué ventajas ofrece la RSE a las pymes? Les permite mejorar todos los procesos aportando rigor, ética y transparencia. También aumenta el compromiso de los trabajadores y, con ello, la atracción y retención del talento. Además el hecho de minimizar el impacto en el medio ambiente se ha convertido en un elemento que cada vez estará más presente en la actividad de los legisladores. Cuando además de ejecutar estas políticas, la pyme difunde interna y externamente sus avances, ve fortalecida la reputación de la compañía y sus marcas.
La RSE implica ir más allá del simple cumplimiento de la legislación vigente. Permite a las empresas estar preparadas ante nuevas leyes más estrictas antes de que aparezcan, especialmente aquéllas que tienen que ver con el impacto en el medio ambiente. Estamos viendo estos días un mayor compromiso de los países a incrementar los esfuerzos contra el cambio climático; por ejemplo, en el COP 21 de París, el presidente español, Mariano Rajoy, ha declarado su intención de aprobar una ley contra el cambio climático. A un nivel práctico, una pyme que implemente medidas de RSE de forma voluntaria estará preparada y cumpliendo siempre las exigencias que se puedan plantear a la empresa.
El hecho de tener implementada la RSE ofrece unas ventajas claras de cara a los clientes. En el caso de pymes que trabajan para otras empresas, les permite cualificarse como proveedoras de grandes compañías que tienen la RSE integrada en sus principios de actuación.
En el caso de empresas de gran consumo, ofrecen un valor añadido a sus consumidores, ya que al elegir sus productos están apostando por una opción acorde con sus valores como ciudadanos. Numerosos estudios nos indican que, cada vez más, hay un porcentaje de consumidores dispuestos a ‘castigar‘ a productos de empresas no responsables e incluso a pagar más por productos que demuestran su compromiso con la sociedad.
¿Qué nivel de recursos es necesario para implementar estrategias de RSE? Ésta es una gran preocupación para las pymes. A menudo se asocia la implementación de la RSE con la creación de grandes estructuras en la empresa y con desembolsos muy notables. Por el contrario, lo más aconsejable es empezar con el apoyo de expertos externos que ayuden a analizar y diagnosticar la situación en la que se está, definir estrategias a seguir en base a los objetivos y a implementar las acciones necesarias. Con ello se pueden establecer las prioridades y los plazos de implementación y maximizar la implicación del personal hasta definir la mejor forma de gestionarlo a largo plazo.
Todavía queda un largo recorrido para que las pymes se pongan al nivel de las grandes empresas en estos temas, especialmente en relación a las buenas prácticas de gestión de personas, aunque se va avanzando lentamente. En este otro artículo, también publicado por Corresponsables encontramos un diagnóstico detallado de los desafíos que afrontan las pequeñas y medianas empresas en todo lo relacionado con RSE a día de hoy.
La recomendación de 320c&m para las pymes es empezar por abordar la cuestión de la RSE desde un enfoque interno, aquél que afecta al personal: ¿existen una misión, visión, valores y principios de actuación claramente definidos y compartidos por toda la organización? Una vez tengamos esto claro, resuelto y definido podemos poner en marcha programas de mejora en todas las áreas de actuación: medio ambiente, transparencia, relaciones con proveedores y clientes y colaboración con el entorno, acción social…
Un elemento imprescindible ligado a la implementación de la RSE es la comunicación en los planos interno y externo. En el primer caso se hace para conseguir el compromiso de la organización; a nivel externo, comunicar nuestras mejoras hace que cambie positivamente la percepción que de nosotros tienen nuestros grupos de interés. Recordemos que ‘lo que no se conoce, no existe’.
En definitiva, el esfuerzo que supone la adopción de la RSE en una pyme queda claramente recompensado por las ventajas que aporta y que tienen un retorno claro en el negocio a medio y largo plazo.
Haciendo clic aquí puedes leer completo el artículo publicado por Corresponsables.